Introducción
A lo largo del presente ensayo se hará una reflexión de los distintos espacios de creación de conocimiento colectivo. Se han utilizado como fuentes los materiales propuesto para su análisis, entre otros, así como las propias páginas de cada uno de los espacios propuestos para su análisis, a saber:
1. Medium: pequeños blogs.
2. Quora: plataforma colectiva de preguntas y respuestas.
3. Wikipedia: enciclopedia colectiva.
4. Wikitribune: periodismo colectivo.
5. Slack: gestión de trabajos en equipo.
6. Google Drive: espacio de almacenamiento online y de edición colaborativa de archivos.
7. Telegram: red de mensajería instantánea.
8. Instagram: red social basada en contenido visual y audiovisual.
9. Facebook: red social basada en todo tipo de contenido.
10. Snapchat: red de mensajería instantánea de carácter efímero.
Además, como prólogo al análisis de cada uno de estos 10 espacios web, se hará un análisis de la característica que los aúna a todos: las Comunidades de Práctica.
Qué es una Comunidad de Práctica
Partiendo de la idea aislada de "Comunidad", hay que decir que el ser humano se cría en sociedad para formar parte de las distintas comunidades que conforman el planeta. En cada comunidad existen unos status o roles que cada habitante de esa comunidad tiene y cumple, creándose una identidad común y característica forjada a base de determinadas costumbres, el idioma, unos valores, una ubicación geográfica, pero sobre todo, a base de reacciones sociales que conforman aprendizaje dentro de esa comunidad.
Establecida esta definición, toca hablar de Comunidades de Práctica (CP), cuyo significado hace honor a su nombre: son grupos sociales que se constituyen con el fin de desarrollar determinados conocimientos mediante el hecho de compartir aprendizajes basados en la reflexión sobre experiencias prácticas. ¿El móvil para crear una comunidad? El interés. Es la forma en que las personas más se implican y se motivan para profundizar en el conocimiento de una materia. Y son las experiencias compartidas y las reflexiones sobre estas interacciones las que fortalecen las relaciones dentro de los miembros de una Comunidad de Práctica.
Características de una CP
El término ha sido ampliamente utilizado y se han analizado sus ventajas desde que en 1991 se acuñara (Wenger). Entre algunas de sus características está el hecho de que es una actividad colectiva (es decir, todos participan) que implica a un numero elevado de personas, lo cual requiere organización y autoregulación de los objetivos de aprendizaje, por lo que se promueve el espíritu emprendedor de los miembros de la Comunidad así como su autonomía. Además, según Wenger, el aprendizaje se puede dar en dos direcciones: entre CP y un miembro de la CP y viceversa. Lo positivo de una comunidad de este tipo es que las colaboraciones de todos sus miembros son importantes, (aprenden recíprocamente) ya que son ellos los que construyen el conocimiento, y no es el conocimiento el que viene construido externamente e impartido de forma lineal (como en una clase magistral: docente -> dicente). Aunque bien es verdad que, en determinadas comunidades, es necesario que en determinados estadios del aprendizaje, ayuda externa y experta que provenga de fuera colabore para guiar y encaminar el proyecto de comunidad común que se está generando.
La máxima de las CP es que el aprendizaje se construya a base de práctica, es decir, no hay teoría, todo es trabajo de campo, de investigar, de hacer, de equivocarse y volverlo a intentar, de practicar.
Sus elementos son: dominio (el interés), práctica (aprendizaje) y comunidad (miembros). La relación entre estos 3 elementos es la clave para que una CP funcione.
No se debe confundir el término ni la forma de funcionar con los grupos de trabajo, ya que estos se suelen crear con un fin en sí mismo y tienen fecha de caducidad desde el momento en que son creados; mientras que en una CP el fin es el camino, es el medio, es el aprendizaje y la adquisición de conocimientos progresiva, movida siempre por el interés, que es la forma en la que un miembro de una comunidad estará activo en ella: mientras la motivación dure.
CP virtuales
Con el desarrollo constante de las tecnologías, no es de extrañar que las Comunidades de Práctica dieran el salto al mundo virtual hace ya más de 15 años. La base de la Comunidad es la misma. Lo único que cambia, a priori, es el medio y, con él, sus distintas aplicaciones, que se han ido desarrollando a lo largo de estos 15 años.
Las CP virtuales incluyen ciertas características que las hacen más asequibles y más fáciles de seguir (y de unirse a ellas) para el público llano que en las CP originales. Según Lesser y Stork (2001) estas ventajas son:
1. Se puede visualizar con mayor facilidad quiénes son expertos en la materia, en función del número y tipo de participaciones.
2. Se pueden mantener la memoria de los archivos y temas tratados, ya que se pueden almacenar y organizar para poder ser recuperados en cualquier momento.
3. La CP es más visible, es decir, se puede entender mejor el contexto en que fue creada y así los nuevos participantes podrá captar mejor en qué consiste la actividad que esa CP lleva acabo.
4. Registro de relatos de audio y vídeo, con el fin de dejar constancia de conversaciones donde el vocabulario utilizado pueda resultar de interés en algún momento del futuro (palabras específicas, símbolos, significados ocultos en las palabras, etc.)
Es fundamental, también, que en toda CP, virtual o no, exista la figura del moderador/animador, que es aquella persona que dinamiza y promueve la creación y desarrollo de la Comunidad. Junto con él, otros roles son necesarios para que la Comunidad pueda existir y alcanzar sus objetivos.
Roles dentro de una CP
Dentro de una CP, al igual que dentro de una comunidad social como se comentaba al comienzo de este ensayo, hay diferentes roles, y algo que hay que aceptar es que, en cada comunidad, no todos los miembros van a tener la misma participación ni el mismo peso para que esa comunidad avance. ¿De qué depende la implicación en la CP? Pues, como se comentaba también antes, del nivel de interés de cada miembro. En resumen: nivel de interés = nivel de actividad; son directamente proporcionales.
Así, Wenger propone 5 tipos de miembros:
- Coordinador: miembro/s principal/es de la Comunidad, normalmente creador de la misma que se encarga de organizar, conectar y orientar a la Comunidad. Tiene un alto grado de implicación (entre un 20 y un 50% de su tiempo) y es fundamental para: promover la participación en la CP, gestionar los contenidos intercambiados, identificar los contenidos más relevantes y almacenarlos de forma organizada para su fácil recuperación.
- Núcleo: pequeño grupo de miembros (entre el 10-15%) que participan muy activamente. Se encargan de identificar los temas a tratar por la Comunidad y la van guiando a través de una agenda de actividades. Son el brazo derecho del/de los coordinador/es, tomando buena parte del liderazgo y asistiendo en decisiones conforme la Comunidad va madurando.
- Miembros activos: también es un grupo no muy grande de miembros (15-20%) que atienden con regularidad a reuniones y participan ocasionalmente en foros. La intensidad de su actividad es menor que la del Núcleo pero igualmente importante.
- Miembros periféricos: conforman el grueso de la Comunidad. Tienen una escasa participación, cuya basándose casi exclusivamente en observar las interacciones de los demás. Por lo general, piensan que no poseen autoridad suficiente como para ser escuchados y/o, además, no cuentan con el tiempo suficiente para estar activos (lo que se reduce a falta de interés, falta de motivación para sacar tiempo). Por irónico que pueda parecer, estos miembros son igual de importantes que los de los grupos anteriores ya que ponen en marcha (a su manera) los mecanismos de práctica comentados y discutidos en la CP, de tal forma que la CP en si misma está cumpliendo sus objetivos, que son compartir experiencias para ser capaces de solucionar problemas o desarrollar soluciones.
- Participantes externos: no son miembros de la Comunidad pero tienen interés en ella, ya sea para adquirir el conocimiento o producto que hayan desarrollado (clientes), para vender productos que puedan resultar de interés para la comunidad (proveedores) o porque comparten intereses y quieren formar parte de ella.
Todos estos roles no son fijos ni estrictos, si no que van fluctuando según avanza y se desarrolla la CP, de tal forma que en algunos momentos, un usuario puede estar muy motivado e interesado por el tema a tratar en la creación de la CP y ser parte del Núcleo, pero ir perdiendo interés conforme la CP madura y se desarrolla y pasar a ser parte de los Miembros periféricos, y viceversa.
Espacios web de creación de conocimiento colectivo
Una vez se han establecido las bases de lo que es una Comunidad de Práctica Virtual, se plantea a continuación una comparación entre 10 plataformas con diferentes usos y fines pero que tienen una influencia en la creación de comunidades de pensamiento y conocimiento colectivo. Tras la tabla, se encuentra un análisis comparando sus similitudes y diferencias, estableciendo qué plataforma contribuye en mayor grado a la creación de conocimiento colectivo bajo mi punto de vista.
En función de cada uno de los aspectos analizados de cada espacio, y habiendo indagado en cada uno más de lo que se ha podido reflejar en esta tabla, estableceré aquellos que favorecen de mejor manera a la construcción de comunidades, en función de que los lazos creados sean más fuertes y gracias o no a sus protocolos y herramientas de comunicación. La descripción de cada espacio web va intrínseca en su capacidad de crear conocimiento colectivo, así como las políticas de moderación que, si bien son bastante parecidas en muchos de ellos, no dejan de ser parte de la mayor o menor capacidad de favorecer la creación de conocimiento colectivo.
Capacidad de creación colectiva de conocimiento
En orden ascendente, desde aquellos espacios que menos favorecen a la creación de conocimiento colectivo hasta los que más favorables son, bajo mi punto de vista, tenemos:
Medium parece el espacio menos propenso de todos a crear conocimiento colectivo, ya que no hay apenas interacción entre sus usuarios. La web se basa en publicación de miniblogs que, aunque estén separados por temas para aglutinar a los interesados en uno o en otro, las únicas reacciones posibles se ejecutan mediante claps (likes) en función de si a cada miembro de la comunidad le ha gustado el post o no (solo existen claps positivos, no negativos). Estos claps se traducen en lazos débiles de unión entre los miembros de este espacio virtual, y no existen comunicaciones directas a través de la aplicación (utilizan sobre todo Twitter u otros medios para ellos). Estas dos características refuerzan la idea de ser la web menos idónea (de esta lista de 10) en crear conocimiento colectivamente.
Instagram sigue de cerca a la anterior bajo mi punto de vista ya que, aunque cuente con una herramienta propia de comunicación interna (Instagram Direct), el único foro en el que realmente se pueden establecer interacciones entre un grupo de personas es el tablón de comentarios de una publicación (foto o vídeo). Así pues, no contribuye a crear lazos fuertes ni cuenta con una estructura formal de comunidad que establezca unas pautas y unos objetivos comunes.
Quora, que ha supuesto un descubrimiento para mí, ocuparía el 8º puesto en formación de conocimiento colectivo. En mi opinión, supera a las dos anteriores con su sistema de preguntas y respuestas ya que implica una mayor participación de sus miembros, mediante la edición de preguntas o respuestas; es decir, si un usuario no está del todo de acuerdo con una respuesta, puede añadir la suya propia o bien editar alguna respuesta ya presente (a menudo de un especialista en la materia). Además, alguien que no sea usuario de la plataforma (es decir, un participante externo) también puede tener su pequeña colaboración solicitando, vía e-mail, una edición de algún contenido. Un motivo en contra (y por ello está la antepenúltima en el orden) es la diferenciación entre expertos (especialistas en la materia) e inexpertos. Esto provoca que, de algún modo, determinados usuarios acaben por verse frustrados ya que las respuestas de especialistas siempre serán "ganadoras" de "la mejor respuesta". Por todo esto, se establecen pequeños lazos (y débiles) de conexión entre usuarios y futuros usuarios de la web; aunque, debido a su corta edad, aún no podemos hablar de conexiones mayores (igual en unos años cambia).
Snapchat, una de tantas aplicaciones de la familia de "mensajería instantánea" es, para mi gusto, la menos indicada de su familia para crear conocimiento colectivo por dos motivos: los mensajes se autoeliminan en pocos segundos (a excepción de las stories) y prevalece la imagen sobre el texto (la única forma de escribir texto es acompañando a una imagen). Bien podría haber estado en los últimos puestos (los lazos que se establecen son débiles), pero recientemente (2017) ha incorporado una herramienta que ha hecho que ascienda posiciones: Historias grupales. Desde hace unos años se viene contemplando el boom de las historias en casi todas las aplicaciones populares, pero parece que Snap Inc ha sido la primera en dar el salto e incorporar esta novedad, otorgándole más juego a la colaboración entre sus usuarios. Por lo demás, contempla una moderación al uso: el usuario es responsable de lo que publica y los propietarios/moderadores podrán actuar en determinadas ocasiones si es necesario.
Casi en el centro de la clasificación se encuentra Slack. Es una aplicación que tiene todos los ingredientes para ser un gran espacio de creación de conocimiento: proporciona herramientas, un espacio común, hay chats privados, chats según temas, conversaciones grupales, trabajo colaborativo sobre archivos que se comparten de forma instantánea en la web, etc. La única pega: su objetivo es empresarial. Esto rompe con todo el ambiente de creación colectiva donde lo primordial es el interés que mueve al usuario. Los lazos de unión serán aquellos que tengan los trabajadores entre sí, y sí que es cierto que esta aplicación podrá favorecer que estos lazos se estrechen, pero también puede que hacer todo lo contrario, según la dinámica de trabajo y la moderación que lleve acabo el encargado, ya sea el jefe, el coordinador del proyecto, el secretario...
Wikitribune ha sido otro gran descubrimiento. En general, ante el bombardeo constante de fake news, que cada vez tienen más presencia en las redes, esta web supone una alternativa a ellas, contando con un grupo de periodistas profesionales (10 en sus comienzos) cuya máxima es hacer honor a la verdad, proporcionando fuentes en sus noticias. De modo similar a Quora, los miembros al uso (no periodistas) de esta comunidad pueden editar artículos e incorporar o corregir datos que hayan encontrado en la Red o en otras vías de información (informativos, periódicos...), aunque serán los periodistas los encargados de dar el visto bueno a tales ediciones para no confundir a los lectores (moderadores). Es interesante el ángulo de trabajo que propone Wikitribune porque, aunque haya diferenciación entre expertos e inexpertos, la web y sus creadores no quieren dejar de lado al pueblo llano, ya que éste puede estar en muchos más sitios y ver muchas más cosas que 10 solitarios periodistas. Para mi gusto, aquí ya sí se puede hablar de Comunidad de Práctica con lazos cada vez más fuertes, donde profesionales y amateurs colaboran en busca de la verdad para proporcionársela al ciudadano. La única pega: no cuenta con una plataforma propia de comunicación directa tipo chat.
Medium parece el espacio menos propenso de todos a crear conocimiento colectivo, ya que no hay apenas interacción entre sus usuarios. La web se basa en publicación de miniblogs que, aunque estén separados por temas para aglutinar a los interesados en uno o en otro, las únicas reacciones posibles se ejecutan mediante claps (likes) en función de si a cada miembro de la comunidad le ha gustado el post o no (solo existen claps positivos, no negativos). Estos claps se traducen en lazos débiles de unión entre los miembros de este espacio virtual, y no existen comunicaciones directas a través de la aplicación (utilizan sobre todo Twitter u otros medios para ellos). Estas dos características refuerzan la idea de ser la web menos idónea (de esta lista de 10) en crear conocimiento colectivamente.
Instagram sigue de cerca a la anterior bajo mi punto de vista ya que, aunque cuente con una herramienta propia de comunicación interna (Instagram Direct), el único foro en el que realmente se pueden establecer interacciones entre un grupo de personas es el tablón de comentarios de una publicación (foto o vídeo). Así pues, no contribuye a crear lazos fuertes ni cuenta con una estructura formal de comunidad que establezca unas pautas y unos objetivos comunes.
Quora, que ha supuesto un descubrimiento para mí, ocuparía el 8º puesto en formación de conocimiento colectivo. En mi opinión, supera a las dos anteriores con su sistema de preguntas y respuestas ya que implica una mayor participación de sus miembros, mediante la edición de preguntas o respuestas; es decir, si un usuario no está del todo de acuerdo con una respuesta, puede añadir la suya propia o bien editar alguna respuesta ya presente (a menudo de un especialista en la materia). Además, alguien que no sea usuario de la plataforma (es decir, un participante externo) también puede tener su pequeña colaboración solicitando, vía e-mail, una edición de algún contenido. Un motivo en contra (y por ello está la antepenúltima en el orden) es la diferenciación entre expertos (especialistas en la materia) e inexpertos. Esto provoca que, de algún modo, determinados usuarios acaben por verse frustrados ya que las respuestas de especialistas siempre serán "ganadoras" de "la mejor respuesta". Por todo esto, se establecen pequeños lazos (y débiles) de conexión entre usuarios y futuros usuarios de la web; aunque, debido a su corta edad, aún no podemos hablar de conexiones mayores (igual en unos años cambia).
Snapchat, una de tantas aplicaciones de la familia de "mensajería instantánea" es, para mi gusto, la menos indicada de su familia para crear conocimiento colectivo por dos motivos: los mensajes se autoeliminan en pocos segundos (a excepción de las stories) y prevalece la imagen sobre el texto (la única forma de escribir texto es acompañando a una imagen). Bien podría haber estado en los últimos puestos (los lazos que se establecen son débiles), pero recientemente (2017) ha incorporado una herramienta que ha hecho que ascienda posiciones: Historias grupales. Desde hace unos años se viene contemplando el boom de las historias en casi todas las aplicaciones populares, pero parece que Snap Inc ha sido la primera en dar el salto e incorporar esta novedad, otorgándole más juego a la colaboración entre sus usuarios. Por lo demás, contempla una moderación al uso: el usuario es responsable de lo que publica y los propietarios/moderadores podrán actuar en determinadas ocasiones si es necesario.
Casi en el centro de la clasificación se encuentra Slack. Es una aplicación que tiene todos los ingredientes para ser un gran espacio de creación de conocimiento: proporciona herramientas, un espacio común, hay chats privados, chats según temas, conversaciones grupales, trabajo colaborativo sobre archivos que se comparten de forma instantánea en la web, etc. La única pega: su objetivo es empresarial. Esto rompe con todo el ambiente de creación colectiva donde lo primordial es el interés que mueve al usuario. Los lazos de unión serán aquellos que tengan los trabajadores entre sí, y sí que es cierto que esta aplicación podrá favorecer que estos lazos se estrechen, pero también puede que hacer todo lo contrario, según la dinámica de trabajo y la moderación que lleve acabo el encargado, ya sea el jefe, el coordinador del proyecto, el secretario...
Wikitribune ha sido otro gran descubrimiento. En general, ante el bombardeo constante de fake news, que cada vez tienen más presencia en las redes, esta web supone una alternativa a ellas, contando con un grupo de periodistas profesionales (10 en sus comienzos) cuya máxima es hacer honor a la verdad, proporcionando fuentes en sus noticias. De modo similar a Quora, los miembros al uso (no periodistas) de esta comunidad pueden editar artículos e incorporar o corregir datos que hayan encontrado en la Red o en otras vías de información (informativos, periódicos...), aunque serán los periodistas los encargados de dar el visto bueno a tales ediciones para no confundir a los lectores (moderadores). Es interesante el ángulo de trabajo que propone Wikitribune porque, aunque haya diferenciación entre expertos e inexpertos, la web y sus creadores no quieren dejar de lado al pueblo llano, ya que éste puede estar en muchos más sitios y ver muchas más cosas que 10 solitarios periodistas. Para mi gusto, aquí ya sí se puede hablar de Comunidad de Práctica con lazos cada vez más fuertes, donde profesionales y amateurs colaboran en busca de la verdad para proporcionársela al ciudadano. La única pega: no cuenta con una plataforma propia de comunicación directa tipo chat.
Si Snapchat está a la cola de las aplicaciones de mensajería instantánea, Telegram está a la cabeza. A pesar de sus similitudes con Whatsapp y contando con muchísimos menos usuarios que éste, ofrece una gran variedad de funciones diferentes que le dan la capacidad de crear distintos tipos de Comunidad, desde comunidades donde lo que interesa es mantenerse informado (canales de difusión, muy usados por sindicatos, webs de educación así como revistas) hasta Comunidades más específicas (grupos), como las de Whatsapp, donde los lazos suelen ser bastante fuertes y que, gracias a Telegram, se estrechan aún más. La moderación, por su parte, es muy diferente al resto de aplicaciones de su familia, incluyendo la posibilidad de edición del mensaje (ya sea por faltas de ortografía o por errores de contenido en el mismo) y de borrado del mensaje (fue de las primeras en incluirlo). La herramienta de comunicación es inmejorable: la propia app en sí, que supone una revolución en apps de mensajería instantánea y colabora aún más en su función de creación de conocimiento colectivo, ya que se puede utilizar desde cualquier dispositivo, desde el móvil hasta el ordenador (bien es sabido, que para trabajar y buscar información, nada mejor que un ordenador en comparación con un móvil).
Google Drive comienza el top 3 de esta clasificación. Esta herramienta (nube en la red donde abrir carpetas para albergar contenido variado), que se encuentra dentro del sinfín de aplicaciones de Google, cuenta con sus ventajas, es decir, se tiene acceso a ella con tener un usuario de gmail, permite usar herramientas de comunicación directa tipo chat y video llamada, como Hangouts, e incorpora algo que espacios como Medium, Quora, Instagram o Wikitribune no tenían: la sincronización automática y en tiempo real de los documentos que alberguen sus carpetas, para trabajar simultáneamente en un proyecto con compañeros de clase, de trabajo, de academia... Es una herramienta que contribuye así a estrechar lazos entre sus miembros, los cuales, partiendo de la base de que se comparte contenido con personas ya conocidas, eran ya fuertes. Otro aspecto positivo de Drive es que todos los usuarios de una misma carpeta están al mismo nivel, es decir, no suele haber nadie más experto que otro, a no ser que un profesor forme parte de alguna carpeta, que en tal caso, su función será corroborar que todo el proceso está siendo correcto, y redirigir al grupo cuando haya errores.
En cabeza de la clasificación bien podríamos colocar cualquiera de las 2 aplicaciones que quedan. Aunque la lucha por conseguir el primer puesto está bastante reñida, he optado para el 2º puesto por Facebook. Al tratarse de la red social de uso mayoritario, es también la plataforma a través de la cuál más gente se comunica, tanto de manera formal como informal. Sus creadores y administradores han ido modificando y añadiendo aplicaciones y posibilidades a la web, perfeccionándola y haciendo que no tenga competencia alguna en la familia de las redes sociales. Las comunidades que se pueden crear son innumerables gracias tanto a los grupos como a las páginas comerciales o de personajes famosos. Mención especial merecen los nombrados grupos, cada vez más frecuentes en asignaturas de Universidad, empresas, antiguos compañeros de colegio/instituto... Posee una herramienta de comunicación directa a través de la plataforma. Y, al igual que Telegram, es una aplicación desarrollada para funcionar al 100% en cualquier dispositivo. En resumen, Facebook supone una forma de mantenerse en contacto con todo el mundo y de desarrollar nuevos conocimientos, nuevos lazos, reforzar lazos débiles, y hacer más fuertes que nunca los lazos ya fortalecidos. La única pega que se le podría poner, y motivo por el cual no ocupa el primer puesto, es que no todas las comunidades que se forman construyen necesariamente conocimiento de forma colectiva, al contrario que la 1ª y última web de la clasificación.
Wikipedia: es una aplicación extensamente conocida por todos los internautas en la que su objetivo principal y final es creación de conocimiento mediante la participación de una gran comunidad de miembros. Es importante en esta aplicación que todos sus participantes están, a priori, al mismo nivel, es decir, aunque pueda haber expertos en unas y otras materias (según los estudios y carreras de cada uno) todos colaboran y participan para crear la mayor enciclopedia libre conocida hasta la fecha. Y la comunicación entre ellos es directa y efectiva: mediante chats (Café) o mediante foros (IRC). Su política de moderación es inmejorable para el tema que nos ha traído aquí (las CP): se autogobiernan y se automoderan entre todos. Con una jerarquía y organización clara, existen miembros más implicados, que son los encargados de moderar más activamente y de controlar que todo marche bien, y otros que simplemente colaboran mediante la donación de dinero para la causa. Diría que esta es la web por excelencia para crear conocimiento colectivo.
Google Drive comienza el top 3 de esta clasificación. Esta herramienta (nube en la red donde abrir carpetas para albergar contenido variado), que se encuentra dentro del sinfín de aplicaciones de Google, cuenta con sus ventajas, es decir, se tiene acceso a ella con tener un usuario de gmail, permite usar herramientas de comunicación directa tipo chat y video llamada, como Hangouts, e incorpora algo que espacios como Medium, Quora, Instagram o Wikitribune no tenían: la sincronización automática y en tiempo real de los documentos que alberguen sus carpetas, para trabajar simultáneamente en un proyecto con compañeros de clase, de trabajo, de academia... Es una herramienta que contribuye así a estrechar lazos entre sus miembros, los cuales, partiendo de la base de que se comparte contenido con personas ya conocidas, eran ya fuertes. Otro aspecto positivo de Drive es que todos los usuarios de una misma carpeta están al mismo nivel, es decir, no suele haber nadie más experto que otro, a no ser que un profesor forme parte de alguna carpeta, que en tal caso, su función será corroborar que todo el proceso está siendo correcto, y redirigir al grupo cuando haya errores.
En cabeza de la clasificación bien podríamos colocar cualquiera de las 2 aplicaciones que quedan. Aunque la lucha por conseguir el primer puesto está bastante reñida, he optado para el 2º puesto por Facebook. Al tratarse de la red social de uso mayoritario, es también la plataforma a través de la cuál más gente se comunica, tanto de manera formal como informal. Sus creadores y administradores han ido modificando y añadiendo aplicaciones y posibilidades a la web, perfeccionándola y haciendo que no tenga competencia alguna en la familia de las redes sociales. Las comunidades que se pueden crear son innumerables gracias tanto a los grupos como a las páginas comerciales o de personajes famosos. Mención especial merecen los nombrados grupos, cada vez más frecuentes en asignaturas de Universidad, empresas, antiguos compañeros de colegio/instituto... Posee una herramienta de comunicación directa a través de la plataforma. Y, al igual que Telegram, es una aplicación desarrollada para funcionar al 100% en cualquier dispositivo. En resumen, Facebook supone una forma de mantenerse en contacto con todo el mundo y de desarrollar nuevos conocimientos, nuevos lazos, reforzar lazos débiles, y hacer más fuertes que nunca los lazos ya fortalecidos. La única pega que se le podría poner, y motivo por el cual no ocupa el primer puesto, es que no todas las comunidades que se forman construyen necesariamente conocimiento de forma colectiva, al contrario que la 1ª y última web de la clasificación.
Wikipedia: es una aplicación extensamente conocida por todos los internautas en la que su objetivo principal y final es creación de conocimiento mediante la participación de una gran comunidad de miembros. Es importante en esta aplicación que todos sus participantes están, a priori, al mismo nivel, es decir, aunque pueda haber expertos en unas y otras materias (según los estudios y carreras de cada uno) todos colaboran y participan para crear la mayor enciclopedia libre conocida hasta la fecha. Y la comunicación entre ellos es directa y efectiva: mediante chats (Café) o mediante foros (IRC). Su política de moderación es inmejorable para el tema que nos ha traído aquí (las CP): se autogobiernan y se automoderan entre todos. Con una jerarquía y organización clara, existen miembros más implicados, que son los encargados de moderar más activamente y de controlar que todo marche bien, y otros que simplemente colaboran mediante la donación de dinero para la causa. Diría que esta es la web por excelencia para crear conocimiento colectivo.
Otros tipos
Además de estos 10 tipos de espacios, considerados espacios formales de generación de conocimiento colectivo, existen otros cuya formación es algo más informal y en ocasiones efímera. Dentro de este grupo, podemos destacar 2 tipos:
- Crowdsourcing: se trata de una colaboración abierta cuyo objetivo es distribuir y externalizar determinadas tareas que antes podían realizar los empleados de una empresa. Se trata de distribuir, mediante la ayuda de una Comunidad de personas, conocimiento que pueda ser aplicable en diferentes círculos de personas, y que sea de utilidad para la vida de algunas personas. Al tratarse de un grupo de personas bastante numeroso, son capaces de responder a problemas bastante complejos. Estos grupos de colaboración han sido recientemente tendencia gracias al impulso que les proporcionan las nuevas tecnologías ya sea para objetivos de tipo empresarial (negocios) o social. Por este último motivo, estos grupos han supuesto una controversia para algunas empresas.
Los componentes de estas comunidades se autodefinen como creadores colaborativos que logran soluciones a problemas y llegan a conclusiones (por bajo coste) mediante la convocatoria abierta de sus propuestas. Sus recompensas van desde dinero, premios o simplemente prestigio (para conseguir nuevos retos e interesados). Jeff Howe diferencia 5 tipos de grupos de crowdsourcing, dependiendo del objetivo que se marquen:
1. Crowdfounding: Financiación colectiva. Es el más extendido. Ejemplo: grabar un disco gracias a las aportaciones de los usuarios que quieran colaborar. Según la cantidad aportada, los usuarios adquirirán el disco (tras su grabación), materiales variados de merchandising, etc.
2. Crowdcreation: creación colectiva.
3. Crowdvoting: votación colectiva.
4. Crowdwisdom: sabiduría colectiva.
5. Crowdlearning: aprendizaje colectivo.
- Grassroots: se trata de grupos de acción local (al comienzo) que tratan de reunir a personas para llevar a cabo acciones políticas, económicas o sociales. En numerosas ocasiones, los proyectos que organizan desde un punto geográfico común (local) han acabado extendiéndose internacionalmente (global). Su principal diferencia con las redes sociales o con los espacios comparados anteriormente en una tabla, es que se dejan llevar más bien por la espontaneidad, más que en estructuras jerárquicas tradicionales. Se organizan a sí mismos según surgen los proyectos por los que luchar, y lo que los mantiene en la lucha y los motiva es una causa (generalmente económica, política o social).
Su forma de moverse y expandirse es mediante la recaudación de dinero o mediante discursos que emocionen a la gente y les haga unirse a su causa, sin llegar a hacer demagogia.
Su fuerza proviene de la población que les apoya, y se apoyan en la participación democrática para convencer a dicha población, ya que muchas veces defienden derechos que se ganaron en algún momento de nuestra historia y que poco a poco estamos perdiendo (como algunos derechos que forman parte de los Derechos Humanos).
Al igual que el resto de comunidades y movimientos, gracias a las tecnologías se hacen oír a mayor escala. Algunos movimientos han tenido el altavoz de influencers de las redes sociales, y otros muchos se han organizado a través de Twitter y algún hashtag pegadizo y breve como el #MeToo o #BlackLivesMatter.
Conclusión
Como cierre a este derroche de información, cabría añadir que la Red cambia constantemente y para muchos de nosotros, existen conceptos y aplicaciones muy desconocidos que, gracias a investigaciones como la propuesta en este trabajo, se puede aprender más de la infinidad de herramientas con las que contamos, la mayoría de ellas de forma gratuita. El por qué de su gratuidad, eso sí, es otro debate aparte.
Bibliografía y webgrafía
Los componentes de estas comunidades se autodefinen como creadores colaborativos que logran soluciones a problemas y llegan a conclusiones (por bajo coste) mediante la convocatoria abierta de sus propuestas. Sus recompensas van desde dinero, premios o simplemente prestigio (para conseguir nuevos retos e interesados). Jeff Howe diferencia 5 tipos de grupos de crowdsourcing, dependiendo del objetivo que se marquen:
1. Crowdfounding: Financiación colectiva. Es el más extendido. Ejemplo: grabar un disco gracias a las aportaciones de los usuarios que quieran colaborar. Según la cantidad aportada, los usuarios adquirirán el disco (tras su grabación), materiales variados de merchandising, etc.
2. Crowdcreation: creación colectiva.
3. Crowdvoting: votación colectiva.
4. Crowdwisdom: sabiduría colectiva.
5. Crowdlearning: aprendizaje colectivo.
- Grassroots: se trata de grupos de acción local (al comienzo) que tratan de reunir a personas para llevar a cabo acciones políticas, económicas o sociales. En numerosas ocasiones, los proyectos que organizan desde un punto geográfico común (local) han acabado extendiéndose internacionalmente (global). Su principal diferencia con las redes sociales o con los espacios comparados anteriormente en una tabla, es que se dejan llevar más bien por la espontaneidad, más que en estructuras jerárquicas tradicionales. Se organizan a sí mismos según surgen los proyectos por los que luchar, y lo que los mantiene en la lucha y los motiva es una causa (generalmente económica, política o social).
Su forma de moverse y expandirse es mediante la recaudación de dinero o mediante discursos que emocionen a la gente y les haga unirse a su causa, sin llegar a hacer demagogia.
Su fuerza proviene de la población que les apoya, y se apoyan en la participación democrática para convencer a dicha población, ya que muchas veces defienden derechos que se ganaron en algún momento de nuestra historia y que poco a poco estamos perdiendo (como algunos derechos que forman parte de los Derechos Humanos).
Al igual que el resto de comunidades y movimientos, gracias a las tecnologías se hacen oír a mayor escala. Algunos movimientos han tenido el altavoz de influencers de las redes sociales, y otros muchos se han organizado a través de Twitter y algún hashtag pegadizo y breve como el #MeToo o #BlackLivesMatter.
Conclusión
Como cierre a este derroche de información, cabría añadir que la Red cambia constantemente y para muchos de nosotros, existen conceptos y aplicaciones muy desconocidos que, gracias a investigaciones como la propuesta en este trabajo, se puede aprender más de la infinidad de herramientas con las que contamos, la mayoría de ellas de forma gratuita. El por qué de su gratuidad, eso sí, es otro debate aparte.
Bibliografía y webgrafía
Álvarez
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Terminología asociada consultada:
- Comunidades
de práctica. (n.d.). In Wikipedia. Consultado de, http://es.wikipedia.org/wiki/Comunidades_de_pr%C3%A1ctica
- Collective wisdom. (n.d.). In Wikipedia. Consultado de, https://en.wikipedia.org/wiki/Collective_wisdom
- Crowdsourcing. (n.d.). In Wikipedia. Consultado de, https://es.wikipedia.org/wiki/Crowdsourcing
- Grassroots. (n.d.). In Wikipedia. Consultado de, https://en.wikipedia.org/wiki/Grassroots
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